La acumulación de grasa puede convertirse en un foco de bacterias y generar malos olores. No basta con pasarle un trapo con agua, Clorox te cuenta cómo resolverlo.

Es común en nuestros hogares pasar paños húmedos para mantener la cocina limpia. Esta práctica no remueve completamente la grasa, la cual se va adhiriendo a las superficies, muebles y electrodomésticos, formando una capa pegajosa difícil de remover si no estamos pendientes.

Esta situación puede generar múltiples riesgos para la salud de tu familia ya que la grasa acumulada crea un ambiente propicio para la proliferación de bacterias como la Salmonella y E. coli, que pueden contaminar los alimentos. Además, la grasa en mal estado impregna los platos con olores y sabores desagradables, lo que puede provocar problemas digestivos y afectar la calidad de las comidas. 

Para evitar estos problemas, recomendamos utilizar no solo un paño con agua sino un limpiador potente como la lejía Clorox 5 en 1, la cual cuenta con poder desengrasante, haciendo el trabajo fácil y rápido. Solo debes diluir 240 ml del producto en 4 litros de agua, colocarlo en un envase de plástico opaco (HDPE) con aspersor y dejar actuar la mezcla durante unos minutos en la grasa. Finalmente, frota y elimina la grasa con una esponja, paño o cepillo. Es importante recordar que esta solución es de un solo uso. 

Mantener una cocina libre de grasa no solo garantiza seguridad e higiene, sino que también protege la salud de tu familia.